Nos hacemos masajes para descargar tensiones, relajarnos y combatir el estrés. Pocas veces recapacitamos en que el masaje tiene un efecto directo sobre nuestra imagen. Después del masaje presentamos un rostro más luminoso y tenemos la piel más tersa. Hablamos de los efectos estéticos de los masajes.
Solemos decir que la cara es el espejo del alma. Pero sobre todo es el reflejo del cuerpo. Cuando estamos cansados presentamos un rostro abatido. Si padecemos alguna enfermedad grave se refleja en nuestra cara. Es complicado ocultar el dolor detrás de los gestos faciales.
Por otro lado, si estamos descansados y sanos, nuestra cara resplandece. Todo eso sin olvidar que nos sentimos de mejor humor, lo cual también repercute en nuestra imagen: sonreímos más, los ojos nos brillan. La belleza natural es, en gran medida, un reflejo de nuestra buena salud.
Por eso, no es descabellado decir que si nos relajamos con un masaje esto va a hacer que nos veamos más bellas.
El masaje facial, por ejemplo, aumenta la circulación sanguínea en el rostro. La sangre aporta a las células de la piel los nutrientes que necesita y recoge una parte de las impurezas. La fricción del masaje estimula la producción natural de colágeno, lo cual va a ayudarnos a eliminar arrugas y marcas de expresión, y nos vamos a ver con un aspecto más rejuvenecido.
Otras técnicas de masajes manuales, como el masaje reductor anticelulítico, remueve el tejido adiposo resistente, facilitando de esta manera la eliminación de bolsas de grasa localizadas. Algo que sin duda va a influir en mejorar nuestro aspecto estético.
Por último, algunos ejercicios de los masajes deportivos ayudan a redefinir ciertos músculos, como los cuádriceps, los gemelos o los pectorales. Con ello presentemos un cuerpo más fibrado.
Los masajes más usados.
Como bien sabemos, todos los masajes no son iguales. Difieren entre sí por la técnica de aplicación, por la parte del cuerpo en la que operan o por los efectos que tienen sobre nuestro organismo. La web de Aprende Institute nos dice que estos son los masajes más populares:
- Masaje profundo. Esta es una combinación de movimientos fuertes y suaves que se realizan con el fin de llegar a las capas profundas de los músculos y del tejido conectivo. El que se encarga de sostener los órganos internos del cuerpo. Se aplica para aliviar contracturas y dolores crónicos como el dolor de cuello y de espalda. La sensación placentera que se experimenta minutos después de recibir el pasaje se refleja en nuestra apariencia física.
- Masaje deportivo. Este es uno de los masajes más complicados. Abarca diferentes técnicas dirigidas a calentar los músculos y prepararlos para practicar ejercicio. Con estos masajes, los deportistas previene lesiones, aumentan su rendimiento físico y les ayuda en la recuperación muscular.
- Acupresión. Este masaje se basa en presionar con las manos sobre los nudos de fibra que aparecen en los músculos ante lesiones causadas por malos movimientos. Es un masaje medicinal, que tiene su origen en la medicina tradicional china y que mantiene puntos de conexión con la acupuntura.
- Masaje sueco. El masaje sueco es el masaje relajante más conocido. Es el que intentamos emular cuando queremos darle un masaje a nuestra pareja para que se relaje. Utiliza movimientos como la fricción, la percusión, los espirales, la presión con los nudillos, etc. Desde luego, para practicarlo de forma profesional y con un cierto conocimiento de los movimientos, necesitas formación.
- Masaje Thai. El masaje Thai es lo que llamamos vulgarmente el masaje chino. Se trata de una técnica milenaria aplicada de forma generalizada por todo el extremo oriente. Se basa en una serie de estiramientos y presiones en distintos puntos donde se cruzan las líneas de energía del cuerpo. Incluidas las manos, los dedos, los codos y los pies.
- Masaje drenático linfático. Nos dicen los masajistas de Masajes La Latina, uno de los centros de masajes de Madrid mejor valorados en Google, que este masaje promueve la eliminación de toxinas y deshechos en el cuerpo por medio del sistema linfático, lo cual tiene un efecto directo sobre la salud y belleza de nuestra piel. Este masaje, a diferencia de otros, no se basa en presiones fuertes, sino en movimientos suaves, rítmicos y precisos.
- Piedras calientes. Colocando piedras a determinada temperatura sobre ciertas partes del cuerpo, como la espalda, en el trayecto que sigue la columna vertebral, conseguimos relajar los músculos, aliviar el dolor y activar la circulación de la sangre.
- Masaje Shiatsu. Esta es una técnica de masaje japonesa que se ha puesto de actualidad y que proviene de combinar la tradición japonesa del masaje Anma con los conocimientos de la medicina tradicional china. Comenzó diseñándose para tratar enfermedades como la artritis, pero hoy es una técnica habitual para proporcionar relax y bienestar.
Los efectos estéticos del masaje.
Dice el centro de formación I.S.E.D. (Instituto de la Salud de Educación a Distancia) que los masajes reportan beneficios para la piel a corto y largo plazo.
En cuanto a los beneficios inmediatos podemos destacar que activa el riego sanguíneo en la zona en la que se aplica. Esto hace que las células se oxigenen proporcionando u aspecto más saludable a la piel. Esto sucede con casi cualquier tipo de masaje.
Al mismo tiempo, la fricción ejercida durante el masaje elimina las células muertas, produciendo un efecto exfoliante. Mejora el funcionamiento de las células sebáceas, regulando el exceso de sebo en la piel, causante, por otro lado, de la aparición del acné y de los puntos negros.
Los movimientos que se realizan durante el masaje mueven los depósitos de grasa que hay debajo de la piel, ayudando a su eliminación por medio del sistema linfático y del sistema sanguíneo.
En cuanto a los beneficios estéticos a largo plazo, aumenta la elasticidad de la piel y del tejido conectivo, lo cual va a prevenir y reducir la aparición de las arrugas y el hecho de que determinadas partes de nuestro cuerpo terminen descolgándose.
El masaje regular y periódico es un método de estimulación de la producción natural de colágeno. Una proteína que se encarga, entre otras cosas, de unir las células y los órganos entre sí y de conservar tersa la piel.
La práctica del masaje crea un efecto vasodilatador en el sistema periférico de circulación de la sangre, los pequeños vasos sanguíneos que llevan los nutrientes hasta las células de la piel, que van a prevenir algunos efectos como la sequedad y la rigidez, consiguiendo que nuestra piel luzca más tersa, suave y revitalizada.
Un servicio al alcance de todos.
La gran cantidad de profesionales y centros de masajes que encontramos en cualquier ciudad de España hace que el acceso a los masajes sea asequible para cualquier ciudadano.
Ya no es como antes, que tenías que acudir a un spa especializado para recibir un masaje de calidad. En el centro de cualquier ciudad e, incluso, en los barrios, puedes encontrar locales dedicados a realizar estos servicios.
Otro dato significativo es la cantidad de profesionales que se ofrecen para dar masajes a domicilio. Una opción que permite disfrutar de un masaje profesional sin necesidad de desplazarte.
Tenemos una gran variedad de masajes. En este artículo hemos dado buena cuenta de ello, mencionando los 8 tipos más populares, pero existen muchos más. Los masajistas suelen dominar varias técnicas. Lo que permite ofrecer un servicio a la carta para sus clientes.
Quizás, el mayor problema que encontramos al respecto es el desconocimiento por parte del gran público de la diferencia entre los distintos masajes que existen. La mayoría de nosotros no sabemos diferenciar con claridad un masaje relajante de un masaje shiatsu, por poner un ejemplo. Lo que nos limita a la hora de contratar el masaje más adecuado para cubrir nuestras necesidades.
De todos modos, la gran variedad de masajes que existen, brindan la oportunidad a los amantes de los masajes de ir experimentando con diferentes técnicas que hasta que encuentren aquella que más le satisfaga.
En nuestro país, tradicionalmente, el masaje ha estado asociado a los deportistas y a las personas enfermas o con algún tipo de dolencia. Como su recurso complementario para su recuperación. Sin embargo, en países asiáticos como China, Japón o Corea, forma parte de su cultura. Existiendo tantas casas de masajes como barberías o centros de estética.
Se corresponde con ese sentido de cuidar el cuerpo de forma natural, como si fuera una rutina. Un instrumento para alcanzar el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu, tan presente en las filosofías orientales.
Hoy, gracias a la globalización, esta práctica se ha extendido por todo el mundo. En un momento de la historia en el que puede que nos resulte más beneficioso. El estilo de vida estresante que llevamos deja secuelas en nuestra salud y en nuestro aspecto físico. Reservarnos un tiempo para cuidarnos, para darnos un masaje, igual que vamos a la peluquería o nos hacemos las uñas, es una opción que nuestro cuerpo agradecerá y que hará que nos encontremos más guapas o guapos.