Muchos de nosotros cuando hablamos de Ribadavia lo que se nos viene a la cabeza rápidamente es el vino y es que esta villa ourensana es la capital de O Ribeiro y el escenario de su Feira do Viño. O Ribeiro, más allá del vino y su denominación de origen, la más antigua de Galicia, es también una comarca de la provincia de Ourense, pero no solo eso, sino que es también cultura, ya que tan solo basta con dejarse caer por esta villa durante la Mostra Internacional de Teatro para vivir en primera persona las artes escénicas.
Además, en Ribadavia tampoco falta la diversión o la naturaleza. Y sobre todo Ribadavia tiene historia e Istoria. Y no, no nos hemos equivocado, ya que Ribadavia, además de historia, también tiene su propia Istoria. Si bien es cierto que a estas alturas lo más probable es que ya no te sorprenda verlo escrito de este modo porque su celebración medieval, la Festa da Istoria, es tan popular que pocos quedan que no la conozcan. De hecho, ha recibido numerosos premios y reconocimientos entre los que destacan ser Fiesta de ‘Interés Turístico Nacional’ o ‘Premio Canle da Historia’, entre otros.
Y es que, durante unos días al año, Ribadavia retrocede en el tiempo, más de seiscientos años para ver multiplicada, un año más, por nueva su población itinerante y diferente a la del resto del año que se acerca a vivir la fiesta durante el día grande. En este sentido, en la última edición 45.000 visitantes participaron en la que es ya una de las fiestas históricas más emblemáticas de Galicia. Si bien, aunque los de la zona ya lo saben, para los que vamos año tras año desde otras partes del país, uno de los mejores consejos es, sin duda alguna, pasarse por Eviltailors antes de acudir a la localidad ourensana y es que muchas de las actividades que se realizan durante la fiesta requieren este tipo de vestimenta medieval, puesto que no solo vale con asistir, sino que hay que ataviarse como corresponde e incluso cambiar los euros por maravedís, la moneda de la época.
Además, por si fuera poco, en esta fiesta, como en toda celebración que se precie, hay una serie de actividades que no te puedes perder y si bien es cierto que cada año la programación de la Festa da Istoria se enriquece con nuevas citas, es igualmente verídico que la tradición se impone incluso en el programa y hay eventos tan emblemáticos como imprescindibles si quieres vivir la Istoria y que pasan por:
- Bando y desfile: un pregonero anuncia el comienzo de la Festa con la lectura a primera hora del día del Pregón.
- Ajedrez humano: las partidas de ajedrez con piezas vivientes vestidas de época con uno de los actos centrales.
- Boda Judía: indispensable en el programa de actividades de la Istoria es la reconstrucción de una boda judía tradicional organizada por el Centro de Estudios Medievales. Recuerda que no podrás asistir al evento en el Castillo de los Sarmiento si no acudes caracterizado con traje de época.
- Cetrería, tiro con arco y torneo medieval: la recreación histórica y la participación de vecinos, voluntarios y visitantes en la jornada festiva es uno de los pilares de la Festa da Istoria. Se repiten demostraciones en diferentes escenarios de la localidad para disfrute de todos incluidas las luchas campesinas en el campamento de mercenarios de la Alameda.
- Mercado medieval: otro de los escenarios para disfrutar de la fiesta da Istoria. Puestos de artesanos, comida y bebida se reparten por el barrio judío y las calles de la villa.
- Cena medieval: último acto de la fiesta, único de pago y para el que es necesario reservar con antelación. Es otro de los eventos en los que es obligatorio asistir con traje de época para respetar el carácter de la fiesta.
¿Cuáles son los orígenes de la Festa da Istoria?
La Festa da Istoria se celebra en Ribadavia, la capital de la comarca ourensana de O Ribeiro, desde 1989. Durante el último fin de semana de agosto, los habitantes de la villa recrean la memoria, las tradiciones y el esplendor de su pasado. Se tiene constancia de que las celebraciones se desarrollaban cada año entre 1637 y 1868, hasta que se suspendieron y volvieron a ser recuperadas ya en el siglo XX. La celebración, catalogada como Fiesta de Interés Turístico Nacional, es un repaso a la tradición, artes y oficios de una villa que alcanzó Fueros propios y ordenanzas gracias al auge del comercio basado en gran medida en el vino del Ribeiro, un caldo que ya fue catado por el Rey Alfonso X el Sabio.