Vivimos en la que probablemente sea la Edad de Oro del maquillaje. En ningún otro momento de la Historia ha sido tanta la cantidad de personas que ha mostrado interés en algo relacionado con este asunto. El aumento de la importancia que le damos a nuestra imagen, la cantidad de información que encontramos en diferentes páginas web y redes sociales y la enorme variedad de productos que existen en lo que al mundo del maquillaje se refiere han hecho posible que crezca de un modo desbocado el número de personas que ha tenido contacto con esta materia de una manera o de otra.
No cabe ninguna duda acerca de que todo esto que hemos comentado en el primer párrafo es una verdadera realidad. Y se trata de una realidad que no solo se puede comprobar en el interior de nuestras fronteras, sino que es algo especialmente habitual en una cantidad enorme de países. El maquillaje es algo universal y lo cierto es que todavía tiene un margen de crecimiento que es interesante y que se convertirá en real en cuanto, en algunos países con menor poder adquisitivo, este tipo de productos empiecen a ser comercializados en mayores proporciones.
Hay que tener cuidado con el análisis que hacemos de los datos que recibimos a través de los medios de comunicación. Una información publicada en la página web de la agencia de noticias Europa Press informaba de que solo 4 de cada 10 mujeres se maquillan diariamente en España. Visto así, puede parecer que son menos de las que pensábamos. Pero claro, es que hay gente que no se maquilla 7 días a la semana aunque sí lo suela hacer casi siempre. Si tuviéramos en cuenta la cantidad de veces que se maquilla una persona al año de media, entonces sí que seguramente tendríamos datos más espectaculares.
Y, por cierto, que sepáis que el maquillaje no es una cosa únicamente de mujeres. Los hombres se maquillan cada vez en una mayor medida. En concreto, y según los datos que maneja la página web YouGov, el 17% de los varones suele maquillarse, algo que pone de manifiesto que esta tendencia viene ganando terreno y que no tenemos que escandalizarnos por ello ni mucho menos. Nunca lo teníamos que haber hecho, pero ahora la verdad es que con mucha menos razón. Es algo de lo que, desde luego, nunca debimos dudar.
La pasión por el maquillaje se está desarrollando tanto que incluso han empezado a ser habituales las escuelas en las que se enseñan diferentes técnicas de maquillaje. Y es que cada día son más las personas que intentan conocer más de cerca cómo jugar con las diferentes herramientas y tonos para conseguir resultados excepcionales. Es algo que nos han transmitido desde Escuela de Maquillaje CR. Ni que decir tiene que, viviendo en una sociedad caracterizada por la imagen, es lógico que queramos hacer todo lo posible por obtener los máximos conocimientos posibles de maquillaje.
¡Cuidado con las redes sociales!
Estar informado o informada de las novedades y técnicas en lo que a maquillaje se refiere está bien y utilizar las redes sociales no es una opción del todo mala, pero es evidente que debemos tener mucho cuidado a la hora de usarla. Hay mucha gente que procura ser ‘influencer’ pero que realmente no lo es. Sus consejos pueden obtener información errónea y la mejor de las alternativas que debemos manejar es siempre la que tiene que ver con profesionales que estén titulados en esta materia y que nos puedan dar información fiable y contrastada, que es lo que necesitamos de verdad.
El fin último que debemos perseguir sí que lo tenemos claro y no es otro que el de vernos bien delante del espejo. Vernos todos y todas a nosotros y nosotras mismas, porque nadie es mejor juez que una persona misma. No tenemos que preocuparnos tanto de lo que opinen los demás, sino de lo bien que nos veamos. Sentirse bien con uno o una misma otorga una confianza que no es nada desdeñable y que, desde luego, implica mejoras sustanciales en lo que respecta a la calidad de vida de la gente.
Estamos convencidos de que mucha gente ya se maquilla con el objetivo que os estábamos comentando en el párrafo anterior, el de verse bien a sí mismas. Y nos alegramos profundamente de ello porque es lo que realmente necesitamos todos y todas: vernos bien y que nadie más juzgue si nuestra imagen es o no es correcta. Solo de esa manera podemos empezar a construir algo parecido a la felicidad y solo así podemos estar contentos y contentas con lo que somos y con lo que seremos.