El 5 de mayo de 1998 se celebró por primera vez el Día Mundial del Asma, una iniciativa auspiciada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto con la Iniciativa Global para el Asma (GINA) con el fin de mejorar el cuidado de los pacientes con asma. El asma es una enfermedad inflamatoria crónica caracterizada por ataques recurrentes de falta de aire y sibilancias, que se presenta con una alta prevalencia en pacientes pediátricos, pues se estima que aproximadamente un 20 % de los niños acudido en alguna ocasión a consulta médica con los bronquios inflamados. Independientemente de cual sea su edad, la vía inhalatoria, por lo general, es la más aconsejable para tratar el problema.
En lactantes y niños pequeños no colaboradores, se hace necesario administrar el fármaco con una cámara espaciadora y una mascarilla facial, para facilitar la entrada de medicación. La mascarilla deberá adaptarse perfectamente a la cara y sellar bien alrededor de la boca, cubriendo la nariz y la boca.
La utilización de inhaladores en los niños puede llevar a cometer algún error por parte de los padres, por ello es importante recordar cuáles son los principales pasos a seguir:
- Posición corporal. En niños pequeños es aconsejable que este permanezca sentado y no de pie, ya que el movimiento puede dificultar la correcta aplicación. La posición acostada no es aconsejable pues la medicación no llegaría bien a los pulmones.
- Familiarizarse con la cámara. Con el fin de que el niño no llore y facilite la colocación de la cámara y mascarillas, es recomendable que primero juegue y se familiarice con ellas.
- Colocación correcta del inhalador. El inhalador se introduce por un extremo de la cámara y por el otro se coloca previamente la mascarilla del tamaño adecuado a la edad del niño, adaptándola bien para que no queden huecos por donde se puedan producir filtraciones.
- Agitar el cartucho. Para obtener un óptimo funcionamiento, es importante agitar enérgicamente el cartucho antes de su utilización.
- Pulsar el botón del inhalador. Con el fin de dispensar el medicamento se presione el dispositivo y se cuenta despacio hasta 10 controlando el movimiento del pecho del niño para controlar que realiza sus respiraciones.
- Separar la cámara de la cara del niño y dejarle descansar un minuto.
- Repetir la operación. Tras agitar nuevamente el inhalador, se repetirá la operativa anterior las veces que sea necesario o las que haya recomendado el pediatra.
- Una vez finalizada la utilización del inhalador, se tapará la boquilla con su tapón correspondiente y se guardará junto con la cámara en un lugar de la vivienda donde todos los miembros adultos de la familia puedan tener, en caso de necesidad, un fácil acceso.
- Es importante recordar que se debe llevar la cámara y el inhalador a cualquier lugar a donde el niño se desplace.
Una vez finalizada la administración del medicamento el niño podrá hacer una vida normal, salvo en caso de presentar una crisis asmática. Además, por suerte e investigación, en la actualidad el mantenimiento y limpieza de la cámara es sencillo, basta con introducirla una vez al día en un recipiente con agua y jabón, aclarando después. Del mismo modo, sobre esta problemática existen numerosos estudios e investigaciones en curso que tratan de analizar cómo el asma o más concretamente cómo la administración de fármacos inhalatorios puede llevar a una mayor incidencia de la caries dental infantil. Como parte de esta hipótesis se incluyen los cambios directos de la calidad, cantidad y composición de la saliva, debido a que la saliva juega un papel fundamental en el desarrollo de la enfermedad de la caries y en la formación de la placa bacteriana, y por lo tanto una disminución en la cantidad y calidad de la saliva produciría un aumento de la microbiota bucal.
El componente de azúcar, otro factor a tener en cuenta en algunos fármacos inhalatorios
Otro factor a tener en cuenta es el componente de azúcar que algunos fármacos inhalatorios tienen o incluso el uso de corticoides o el tiempo de duración del tratamiento, sin embargo, la conclusión de dichos estudios a día de hoy no es concluyente. Estar atentos a cualquier evolución, así como seguir las pautas y controles marcados por el odontólogo es fundamental para tener una boca sana, tal y como nos recuerdan los profesionales de Dental Studio, quienes conocen de primera mano este tipo de seguimientos para poder prevenir problemas bucales, así como otras patologías derivadas de una mala higiene bucodental.