De toda la vida se ha dicho que estimular la creatividad y la imaginación en nuestros hijos, es tan importante como inculcarles valores como la solidaridad y el respeto. De hecho, existen estudios que defienden que, el habernos sentido familiarizados con estos conceptos durante nuestra niñez, puede ayudarnos a desarrollar una personalidad única en la adultez.
Sin embargo, muchas familias se sienten frustradas a la hora de intentarlo, ya que no todos los niños son fáciles de enseñar, ni existe un método general que los estimule a todos.
Entonces, ¿Qué pasos podemos tomar para ayudarles a desarrollar una creatividad sana? ¿Qué debemos tener en cuenta, y por qué es tan importante?
Lo vemos a continuación.
¿Por qué es tan importante estimular la creatividad en nuestros hijos?
Como decíamos, estimular la creatividad en nuestros hijos es algo muy importante que tiene que ver con su desarrollo integral.
En primer lugar, debemos entender que la creatividad fomenta el desarrollo cognitivo, ya que les ayuda a pensar de manera más crítica y a resolver problemas desde diferentes ángulos. Los niños creativos suelen encontrar soluciones innovadoras, porque la creatividad les enseña a no limitarse a una única forma de abordar las dificultades. La adultez de un niño que ha cultivado una buena creatividad de pequeño, estará compuesta por el pensamiento abierto y flexible, lo cual le será muy útil tanto en el ámbito académico como en el personal y profesional.
Asimismo, la creatividad también es una vía muy valiosa para la expresión emocional. Muchas veces, los niños no saben o no pueden expresar sus emociones solo con palabras; es entonces cuando recurren al arte, a los juegos creativos o las historias inventadas, ya que ahí encuentran un canal para liberar lo que sienten. Este proceso es muy importante para su salud emocional, ya que les permite procesar y comprender sus propias emociones de una manera segura y constructiva. Sin duda, la creatividad actúa como una válvula de escape, evitando que acumulen tensión o frustración.
Otro aspecto importante es que fortalece su independencia y confianza. Cuando los niños participan en actividades creativas, como inventar historias, o construir cosas con sus propias manos, toman decisiones por sí mismos y se enfrentan a los resultados, sean buenos o malos. Esto les enseña a asumir riesgos, aprender de los errores y sentirse orgullosos de sus logros, lo cual les ayuda a confiar en sus ideas, reforzando su autoestima e independencia.
Además, la creatividad tiene un impacto positivo en el desarrollo de habilidades sociales. Actividades como los juegos de rol, la música o las representaciones teatrales fomentan la cooperación y el trabajo en equipo. A través de ellas, los niños aprenden a escuchar las ideas de los demás, compartir las suyas y llegar a acuerdos, lo cual les ayuda a mejorar su capacidad para relacionarse de manera efectiva con los demás.
Errores comunes a la hora de despertar la creatividad y la curiosidad en nuestros hijos.
Haciendo referencia a lo que mencionábamos al inicio, encontramos que muchos padres se sienten frustrados o desorientados a la hora de fomentar y estimular la creatividad en sus hijos; es ahí cuando se cometen ciertos errores (muchos de ellos bastante comunes) que pueden ser determinantes en este proceso:
- Imponer reglas estrictas o expectativas demasiado altas.
Uno de los errores más frecuentes es imponer reglas demasiado estrictas o expectativas demasiado altas sobre cómo debe ser la creatividad. Por ejemplo, esperar que el dibujo de un niño sea perfecto, o que siga un esquema exacto puede frenar su imaginación. La creatividad requiere libertad y flexibilidad; cuando los niños sienten que tienen que cumplir con ciertos niveles, pueden perder el interés por explorar y experimentar.
- Sobrecargarles con actividades.
Otro error común es llenar el horario de los niños con demasiadas actividades.
Aunque las clases y talleres pueden ser importantes, es crucial que los niños también tengan tiempo libre para el juego; la creatividad florece en la exploración espontánea y en los momentos de aburrimiento, ya que ahí es cuando pueden dejar volar su imaginación sin límites ni pautas preestablecidas ¡No debemos quitarles ese privilegio!
- Corregir o reñir constantemente.
Corregirles constantemente o decirles cómo se debe hacer cada cosa puede coartar su creatividad. Cuando los adultos intervienen demasiado, el niño puede comenzar a dudar de su propia capacidad para crear o explorar por sí mismo.
Es importante permitir que los niños tomen sus propias decisiones, experimenten y cometan errores, ya que esto es parte fundamental del proceso creativo.
- Enfocarse demasiado en los resultados.
A veces, los padres o tutores se centran más en el producto final que en el proceso creativo en sí mismo. Valorar solo el resultado (un dibujo, una manualidad, una historia) y no el proceso que el niño siguió para llegar hasta ahí, puede castrar su creatividad.
El verdadero valor está en la exploración, la experimentación y la capacidad de pensar de manera diferente, no en la perfección del trabajo final.
- Fomentar la competencia en lugar de la colaboración.
Incentivar la competencia en exceso puede ser otro obstáculo para la creatividad. Cuando los niños sienten que tienen que ser mejores que otros, pueden limitarse a hacer lo que creen que les dará más reconocimiento en lugar de lo que realmente les interesa o inspira.
La creatividad florece mejor en un ambiente colaborativo donde se celebren las ideas y se valoren los esfuerzos de todos.
- Saturarlos con tecnología.
Aunque la tecnología puede ser una herramienta maravillosa para la creatividad, abusar de ella puede tener el efecto contrario. Los niños que pasan demasiado tiempo frente a pantallas pueden volverse más pasivos en su forma de jugar y pensar.
Las actividades creativas tradicionales, como el dibujo, la construcción con bloques o la invención de juegos, siguen siendo esenciales para el desarrollo de la imaginación y el pensamiento crítico.
- No mostrar interés en sus ideas o proyectos.
Subestimar o no mostrar interés en las ideas creativas de los niños puede desanimarles rápidamente. Cuando un niño comparte una idea o un proyecto, es importante escucharlo con atención y valorarlo, aunque a simple vista no parezca «perfecto».
De lo contrario, podemos hacer que sientan que sus ideas no son valiosas, lo que podría reducir su interés por seguir explorando su creatividad.
- Comparar a los hijos con otros.
Comparar a un niño con sus hermanos, amigos u otros niños es un error muy común que puede afectar negativamente a su autoconfianza y creatividad. Cada niño es único en su forma de pensar, crear y aprender.
Las comparaciones pueden hacer que se sientan fuera de lugar o que se limiten a intentar copiar lo que ven en los demás en lugar de desarrollar su propia creatividad.
- No dar el ejemplo.
Los niños aprenden mucho observando el comportamiento de los adultos. Si los padres o profesores no muestran curiosidad o creatividad en su vida diaria, los niños podrían no valorar o entender la importancia de explorar nuevas ideas.
Cuidar la creatividad en casa, a través de la lectura, el arte o simplemente con la curiosidad de aprender cosas nuevas, es el verdadero secreto para inspirar a los niños a hacer lo mismo ¡no lo olvides!
Métodos infalibles para estimular su creatividad.
Ahora que ya sabemos lo que no hay que hacer, es importante centrarnos en lo que sí podemos hacer. Además de dar ejemplo, existen algunas actividades y hábitos que pueden ayudarnos a sobrellevar este asunto de un modo excepcional:
- Incluye la música en su día a día.
La música es una herramienta poderosa para estimular la creatividad en los niños.
Escuchar diferentes géneros musicales o tocar un instrumento fomenta la imaginación y el pensamiento abstracto. Además, la música les ayuda a expresar emociones de una manera no verbal y puede ser una fuente de inspiración para otras actividades creativas, como el dibujo, la danza o la escritura.
Muchos padres optar por apuntar a sus hijos a una academia de música o un conservatorio para estimular su creatividad a través de la música ¡y hacen bien! De hecho, existen métodos revolucionarios que pueden inspirar a los niños de forma única como el método All Mozart que imparten en Piccolo Escuela de Música.
- Ayúdales a experimentar con materiales creativos.
Proporcionar una variedad de materiales como lápices de colores, pinturas, plastilina o arcilla fomenta la creatividad visual y manual. Lo más importante que debemos tener en cuenta respecto a este punto, es que no existan unas reglas establecidas acerca de cómo se deben utilizar esos materiales; los niños deben sentirse libres de experimentar y crear sin preocuparse por hacerlo «bien» o «mal», ya que, al no haber juicios sobre el resultado final, el proceso creativo se vuelve más importante y disfrutable.
- Lectura y narración de historias.
La lectura es otro camino que alimenta la imaginación. Leer a los niños, o animarlos a leer por sí mismos les motivará a crear sus propias historias ¡y además se lo pasarán en grande!
Puedes fomentar su creatividad literaria invitándolos a que inventen finales diferentes para los cuentos que ya conocen, o incluso a que creen sus propias historias desde cero. Toma también la idea de animarlos a que dibujen lo que imaginan mientras escuchan o leen un cuento; estimulará su creatividad e imaginación de un modo único.
- ¡Déjales jugar!
En lugar de sobrecargarles con actividades, déjales tiempo para que exploren y se entretengan a su manera. En este contexto, los juegos de construcción LEGO son geniales, ya que les ayudan a desarrollar su capacidad para resolver problemas y crear cosas nuevas.
Además, los juegos de rol, donde los niños imaginan ser personajes o crear escenarios ficticios, también son una excelente manera de fomentar su imaginación y creatividad.
- Explorad la naturaleza.
La naturaleza es una opción perfecta para atraer la curiosidad y la creatividad de los niños: explorar parques, bosques o jardines les da la oportunidad de observar y descubrir nuevas formas, colores y texturas que pueden inspirar su creatividad ¡y además aprenden un montón de cosas nuevas!
Puedes animarlos a recolectar hojas, piedras o flores para hacer collages o proyectos manuales, y lo pasarán en grande. Además, también puedes incitarles a participar en juegos de exploración y aventura, donde su imaginación los lleva a vivir «expediciones» o inventar mundos fantásticos.
- Incítales a resolver retos creativos.
Proponerles actividades como “construye una torre lo más alta posible con estos materiales” o “crea una historia en la que un dinosaurio y un astronauta sean amigos” les motivará a pensar más allá de lo común ¡quizá te sorprendas con el resultado!