En España hay más de 9 millones de personas mayores y las cifras van en aumento. Es importante que las personas mayores estén en las mejores manos y por eso los familiares deben escoger una residencia que ofrezca un trato familiar y cercano. Es fundamental que el anciano se sienta en la residencia como en su hogar. La elección de una residencia de mayores siempre es un tema muy complicado para las familias, ya que hay que valorar el estado de las instalaciones y si los cuidadores son expertos en geriatría.
Es aconsejable visitar el centro para que los familiares conozcan las instalaciones y los servicios. Durante la visita, los familiares tienen que ser buenos observadores y fijarse si las habitaciones están limpias. También deben visitar la cocina y conocer los menús para indicar si el residente necesita alguna comida especial. También se debe consultar si se cuenta con cocina propia o el centro tiene servicio de catering. Muchos centros preparan comida texturizada, una técnica que logra una nutrición adecuada para aquellos ancianos con problemas de deglución.
Es muy importante que la residencia cuente con un médico propio para que realice un seguimiento individualizado de cada residente y entregue a los familiares los informes detallados de salud física y emocional del residente. Es aconsejable que el centro disponga de un fisioterapeuta porque este profesional mejora la calidad de vida de las personas mayores y las sesiones favorecen que los residentes se encuentren mejor físicamente y reduzcan las dolencias.
El centro debe contar con todas las autorizaciones pertinentes, permisos y licencias. Los familiares deben pedir estos documentos para comprobar que la residencia cuenta con la licencia de actividad y de apertura, autorización de sanidad para elaborar alimentos y acreditación de que el centro cumple con las normas para los servicios de médicos y enfermería.
También hay que dejar muy clara la posibilidad de tener contacto con el residente por medio de visitas, teléfono o salidas de la residencia. Es fundamental que el anciano pueda salir al exterior con los hijos para ir a comer o asistir a eventos familiares. En la actualidad muchos centros cuentan con ordenadores para que los ancianos puedan realizar videollamadas, aunque esta comunicación no sustituye a las visitas. Desde NoticiasGalicia informan que «lo ideal sería seleccionar una residencia que esté cerca de sus familiares y amigos, para así poder hacerle visitas con frecuencia».
Se recomienda que la residencia ofrezca una atención personalizada en la persona mayor para que los cuidados, alimentación y actividades estén adaptados a sus necesidades. El médico del centro debe realizar una valoración geriátrica inicial para conocer el estado de salud del residente. Es importante tener en cuenta su grado de dependencia para estimular sus capacidades físicas y cognitivas. Estas valoraciones se seguirán realizando de manera constante para ofrecer un tratamiento individualizado. Para que el residente esté motivado es esencial realizar actividades adaptadas a sus necesidades y a sus gustos.
Para aportar más información sobre este tema nos hemos acercado a las instalaciones de la residencia de ancianos Nuestra señora del Rosario en Valladolid y estos especialistas en geriatría que practican revisiones periódicas a todos los residentes nos han contado en este encuentro que es importante que los profesionales de las diferentes áreas (fisioterapeutas, médicos, terapeutas ocupacionales, animadores, psicólogos…) trabajen de forma coordinada para conseguir una atención sanitaria personalizada y lograr que los residentes disfruten de un entorno confortable y tranquilo.
El equipo debe apostar por la gerontogimnasia porque en estas sesiones se trabaja el equilibrio, fuerza muscular, se consigue mayor autonomía y previene el riesgo de caídas. Se recomienda que la persona mayor participe en las terapias para trabajar las funciones físicas, psíquicas y cognitivas. El centro debe organizar terapia con animales, terapia multisensorial, clases de cocina, talleres culturales, clases de gimnasia acorde a sus necesidades, etc.
También debe contar con zonas comunes para compartir aficiones y tiempo de ocio. Con las clases de cocina o de dibujo se potencia la memoria, la comunicación y la creatividad. Además, se consigue una mayor socialización, que mejora la calidad de vida. La alimentación y nutrición de los mayores es fundamental porque contribuye a su salud, así que la residencia debe ofrecer menús elaborados por nutricionistas y supervisados por el equipo médico del centro.
El objetivo principal del equipo es proporcionar comodidad al residente pero también evitar y retrasar un mayor deterioro físico y cognitivo. También cuida hasta el último detalle, como la llegada de los ancianos, la alimentación, la higiene, el acompañamiento, etc. Es importante conocer al residente, escucharle y tomar en cuenta sus preferencias e intereses, para preservar su autonomía y calidad de vida.