Cómo afecta la contaminación acústica a algunas personas.

La contaminación acústica es uno de esos problemas que está ahí, pero del que apenas somos conscientes. A diario, estamos rodeados de ruido: el tráfico, las construcciones, las sirenas, e incluso los electrodomésticos.

Este exceso de ruido no solo es molesto, sino que puede tener consecuencias graves para nuestra salud y bienestar. En este artículo hablaremos sobre este tema y descubriremos cómo nos afecta y qué podemos hacer al respecto.

¿Qué es la contaminación acústica, y como se manifiesta?

La contaminación acústica es la presencia de ruido excesivo o molesto en cualquier ambiente, la cual puede causar efectos negativos sobre nuestra salud, la fauna y el entorno en general. Este tipo de contaminación es producido por actividades humanas, como el tráfico, la construcción, los eventos públicos como los conciertos e incluso por los electrodomésticos ruidosos.

Para saber si hay contaminación acústica medimos el sonido en decibelios (dB). Un nivel de ruido por encima de los 65 dB durante el día y 55 dB durante la noche suele considerarse contaminación acústica.

Es sencillo: si notamos más ruido de lo normal, y esto nos molesta de diferentes maneras, es contaminación acústica. Los lugares más concurridos, como los centros comerciales, suelen sufrirlo constantemente. De esta forma, entendemos que la contaminación acústica puede afectar a la salud de diferentes formas, sobre todo a personas con problemas de salud, con alta sensibilidad, autismo, o con problemas de ansiedad generalizada.

¿Qué problemas de salud acarrea la contaminación acústica?

El impacto de la contaminación acústica va más allá de una simple molestia; puede causar problemas serios como estrés, trastornos del sueño, y dificultades de concentración.

Para las personas con condiciones de salud específicas, como aquellos con alta sensibilidad, autismo, o ansiedad generalizada, los efectos pueden ser aún más severos:

  1. Estrés y ansiedad.

El ruido constante puede ser una gran fuente de estrés.

Nuestro cuerpo, al estar expuesto a niveles elevados de ruido, entra en un estado de alerta continuo, lo que aumenta la producción de hormonas del estrés como el cortisol. A largo plazo, esto puede derivar en problemas de ansiedad y afectar nuestro bienestar general.

  1. Trastornos del sueño.

Dormir bien es muy importante para nuestra salud, tanto física como mental. Sin embargo, el ruido nocturno puede interrumpir nuestro sueño, o privarnos de él por completo, lo cual afecta negativamente a nuestra salud.

La exposición constante a ruidos por encima de los 55 dB durante la noche puede causar insomnio y otros trastornos del sueño, afectando nuestra capacidad de funcionar correctamente durante el día.

  1. Dificultades de concentración y rendimiento.

Como ya sabemos, para los estudiantes y trabajadores, la concentración es la clave principal de su éxito; sin embargo, ésta puede verse afectada por el ruido excesivo, frenando el rendimiento académico y laboral, además de provocar fatiga mental.

Por si fuera poco, para las personas que sufren alta sensibilidad y están diagnosticadas, o para aquellos que sufren trastornos de ansiedad generalizada, el ruido excesivo puede llegar a ser un infierno; las personas que lo sufren tienen la capacidad de oír el ruido aún más alto de lo que es, y sienten miedo y ansiedad al oírlo, desencadenando una respuesta de huida inminente ante cualquier estímulo que destaque.

Como dijimos anteriormente, las personas diagnosticadas con espectro autista también se ven gravemente afectadas. Todas estas personas necesitan momentos de tranquilidad y paz durante el día, para poder sentir tranquilidad y mejorar su salud física y mental, lo cual parece imposible cuando se produce la contaminación acústica causada por un concierto, por vivir cerca de un aeropuerto, o durante la pirotecnia.

La concienciación es la clave; cuidarnos, también.

La concienciación es el primer paso para combatir la contaminación acústica; debemos concienciar a los demás a través de la educación del sufrimiento que pueden sufrir ciertas personas si no respetamos el nivel de ruido pertinente: a través de esta concienciación, podremos inculcar empatía y comprensión en las personas para que se comporten de forma adecuada las unas con las otras.

De igual forma, el uso de protección auditiva es esencial cuando estamos en ambientes ruidosos. Los tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido pueden ayudarnos a proteger nuestra audición y reducir el impacto del ruido en nuestra salud. Por otro lado, desde CREARSUR nos aconsejan mejorar el aislamiento acústico de nuestra casa para disminuir la entrada de ruido exterior y crear un ambiente más tranquilo en casa.

Otra solución consiste en reducir el uso de aparatos ruidosos; de hecho, optar por electrodomésticos silenciosos y evitar usar estos dispositivos (sobre todo por la noche) puede hacer una gran diferencia.

Ahora que ya sabes cómo viven la contaminación acústica este tipo de personas, espero que sientas una mayor concienciación, ya que todos podemos hacer algo al respecto:

  • Cuando vengas de fiesta por la noche, es importante no hablar alto, ni gritar ni cantar a todo volumen cuando pases por las casas donde se encuentran las personas descansando. Además de molestar a las personas mayores que descansan, las familias con bebés, y aquellos que tienen que levantarse al día siguiente temprano para trabajar, también estaremos interrumpiendo la tranquilidad de personas que sufran este tipo de trastornos.
  • Si vivimos en un piso, es importante no poner la música a un volumen excesivamente alto, sobre todo a ciertas horas; de hecho, es incluso ilegal. Ten en cuenta que puede que nuestro vecino necesite estudiar, trabajar o simplemente quiera descansar. Debemos ser empáticos y comprensivos en todo momento, ya que en algún momento podríamos ser nosotros quienes necesitamos ese silencio y esa tranquilidad.

Entre todos podemos hacer un mundo y una convivencia mucho mejor ¡no lo olvides!