Muchos de nosotros no somos quienes tenemos que tomar la decisión de rehabilitar un edificio. A no ser que seas el propietario del edificio completo, esto suele corresponderle, generalmente, a la comunidad de vecinos a la que le toque o al propio ayuntamiento, si es una vivienda de protección oficial.
La cuestión es que no muchos saben de los peligros que conlleva un edificio en mal estado. No muchos son conscientes de que un edificio ha de someterse a ciertas revisiones anuales para asegurarse de que todo va bien.
Permíteme explicarte todo cuando debes saber.
Los edificios también enferman
No sé si sabías que, sí, es posible que los edificios también «enfermen».
Evidentemente no van a coger una pulmonía o la gripe, pero ellos pueden impregnarse de sustancias que pueden tener un impacto negativo en la salud y en el bienestar de las personas que los habitan o trabajan en ellos. Es decir, que, cuando un edificio se llena de ciertas sustancias, puede hacer que sea totalmente inviable su habitabilidad. Esto se debe a una variedad de factores, como la calidad del aire interior, la humedad, la temperatura, la iluminación, la acústica, la presencia de sustancias tóxicas, entre otros.
Por ejemplo, si un edificio tiene problemas de ventilación, puede haber una acumulación de contaminantes del aire interior, lo que puede provocar problemas respiratorios y otros problemas de salud. Del mismo modo, si un edificio está mal aislado, puede haber problemas de humedad y temperatura que también pueden tener un impacto muy negativo en la salud.
Es importante tener en cuenta que estos problemas pueden ser particularmente graves en edificios antiguos o en edificios construidos con materiales que contienen sustancias tóxicas, como el asbesto (amianto). Sin embargo, incluso los edificios más nuevos pueden tener problemas si no se construyen o mantienen adecuadamente.
Por lo tanto, es muy importante que los propietarios de edificios y las autoridades competentes tengan muy en cuenta que, en ocasiones, será necesario tomar ciertas medidas para garantizar que los edificios sean seguros y saludables para las personas que habitan o trabajan en ellos. Esto puede incluir medidas como la mejora de la ventilación, la eliminación de sustancias tóxicas, el mantenimiento regular de los sistemas de calefacción y refrigeración, y la incorporación de tecnología y materiales de construcción más avanzados.
¿En qué consiste la rehabilitación de un edificio y cuántas fases tiene?
La rehabilitación de un edificio es, para que nos entendamos sin dificultades, “el proceso de renovar y mejorar un edificio existente para que cumpla con los estándares actuales de seguridad, eficiencia energética, accesibilidad y comodidad, al mismo tiempo que se preserva su patrimonio arquitectónico y cultural”.
Es decir, es coger un edificio que, por las razones que sean, ya no es seguro para que las personas puedan habitar en él. Por lo tanto, hay que rehabilitarlo para volver a hacerlo seguro.
Desde Geneo, una empresa de construcción en Madrid Capital que desarrolla se enfoca en la edificación y rehabilitación de edificios, nos hacen saber que el proceso de rehabilitación de un edificio se puede dividir en varias fases importantes y necesarias:
- Diagnóstico: Antes de iniciar cualquier trabajo de rehabilitación, es importante realizar un análisis detallado del estado del edificio. Esto incluye la evaluación de su estructura, los sistemas eléctricos y de plomería, los acabados interiores y exteriores, y cualquier problema de seguridad o accesibilidad.
- Diseño: Con base en el diagnóstico, se deben desarrollar planos y diseños para las mejoras necesarias en el edificio. Esto puede incluir cambios en la distribución de los espacios interiores, la incorporación de tecnologías más avanzadas para el control de temperatura, iluminación y sonido, y la adopción de materiales y técnicas de construcción más eficientes.
- Financiamiento: Una vez que se han determinado los cambios necesarios y se han elaborado los planos de diseño, es importante buscar financiamiento para la rehabilitación. Esto puede incluir otras subvenciones, préstamos bancarios, incentivos fiscales y fuentes de financiamiento disponibles.
- Permisos: dependiendo del alcance de la rehabilitación, es posible que sea necesario obtener permisos y autorizaciones de las autoridades locales. Esto puede incluir permisos de construcción, permisos de uso del suelo y otros permisos requeridos por las leyes y regulaciones locales.
- Ejecución: Una vez que se han obtenido los permisos y el financiamiento necesario, se pueden iniciar los trabajos de rehabilitación. Esto puede incluir la demolición de partes del edificio que ya no son seguras o funcionales, la reparación de la estructura, la actualización de los sistemas eléctricos y de plomería, la instalación de nuevas ventanas, puertas y acabados, y la incorporación de tecnologías avanzadas.
- Inspección y aprobación final: Una vez que se han completado las obras de rehabilitación, es importante realizar una inspección final para asegurarse de que el edificio cumple con todas las normas y regulaciones correspondientes. Esto puede incluir inspección de seguridad, inspección de eficiencia energética y otras inspecciones requeridas por las autoridades locales.
La rehabilitación de un edificio puede ser un proceso complejo y costoso, pero también puede ser una oportunidad para mejorar la calidad de vida de las personas que lo habitan o trabajan en él, y para preservar su patrimonio cultural y arquitectónico.
Factores clave para saber que es hora de rehabilitar un edificio
Hay varios factores clave que pueden indicar que es hora de rehabilitar un edificio, entre ellos:
- Problemas estructurales: Si un edificio presenta en su estructura, como grietas, desplazamientos o deformaciones, esto puede ser un indicio de que necesita rehabilitación para fortalecer su estructura y evitar el riesgo de colapso.
- Humedad y filtraciones: La presencia de humedad y filtraciones en un edificio puede ser un indicio de problemas en la impermeabilización o en los sistemas de drenaje, lo que puede llevar a la aparición de moho, hongos y otros problemas de salud.
- Deterioro de las fachadas y acabados: Si la fachada del edificio está en mal estado, con desprendimiento de pintura, roturas en el revestimiento, o deterioro de otros acabados, esto puede ser un indicio de que necesita rehabilitación para evitar la entrada de agua y humedad y mejorar su apariencia.
- Falta de eficiencia energética: Si el edificio tiene un alto consumo energético o tiene dificultades para mantener una temperatura confortable en el interior, esto puede ser un indicio de que necesita rehabilitación para mejorar la eficiencia energética y reducir el impacto ambiental.
- Problemas de accesibilidad: Si el edificio no cumple con las normas de accesibilidad, con barreras arquitectónicas que impiden el acceso a personas con discapacidad, esto puede ser un indicio de que necesita rehabilitación para mejorar su accesibilidad.
- Obsolescencia tecnológica: Si los sistemas de iluminación, climatización o seguridad del edificio son obsoletos y poco eficientes, esto puede ser un indicio de que necesita rehabilitación para actualizarlos y mejorar su eficiencia y seguridad.
- Cambios en las necesidades funcionales: Si las necesidades de uso del edificio han cambiado, como por ejemplo si se necesita más espacio para viviendas, oficinas o instalaciones industriales, esto puede ser un indicio de que necesita una rehabilitación para adaptarse a las nuevas necesidades.
- Cambios en la normativa: Si se han introducido nuevas normas y reglamentan que el edificio no cumple, como por ejemplo cambios en las normas de seguridad, de accesibilidad (como, por ejemplo, personas con discapacidad) o de eficiencia energética, esto puede ser un indicio de que necesita una rehabilitación para cumplir con las nuevas normas.
- Problemas de salubridad: Si el edificio presenta problemas de salubridad, como la presencia de sustancias tóxicas, la aparición de plagas o la acumulación de basura, esto puede ser un indicio de que necesita rehabilitación para mejorar la calidad de vida de las personas que lo habitan o trabajan en él.
- Problemas de ruido y vibraciones: Si está expuesto a ruido y vibraciones excesivas, como por ejemplo por la cercanía a una vía de tráfico o una línea de ferrocarril, esto puede ser un indicio de que necesita rehabilitación para mejorar el aislamiento acústico y la calidad de vida de las personas que lo habitan o trabajan en él.
- Problemas de seguridad: Si el edificio presenta problemas de seguridad, como por ejemplo la falta de sistemas de seguridad contra incendios o la presencia de materiales inflamables, esto puede ser un indicio de que necesita rehabilitación para mejorar la seguridad de las personas que lo habitan o trabajan en él.
En general, cualquier problema que afecte la seguridad, la habitabilidad, la eficiencia energética o la accesibilidad del edificio puede ser un indicio de que necesita rehabilitación.
Es importante realizar periódicamente para detectar estos problemas a tiempo y tomar medidas para rehabilitar el edificio antes de que los problemas se agraven y se conviertan en un riesgo para la seguridad y el bienestar de las personas que lo habitan o trabajan en él.
¿A qué personas he de contactar para rehabilitar un edificio?
Como cierre, te dejo saber con quién has de contactar si sospechas que tu casa o tu edificio necesita una rehabilitación:
- Arquitectos: Son los profesionales encargados de diseñar y planificar la rehabilitación del edificio, desde la identificación de los problemas hasta la elaboración del proyecto de rehabilitación.
- Ingenieros: Son los profesionales encargados de analizar la estructura del edificio y diseñar soluciones técnicas para corregir los problemas estructurales, de instalaciones, eléctricos, hidráulicos, entre otros.
- Empresas de construcción: Son las encargadas de llevar a cabo las obras de rehabilitación según el proyecto previamente definido por los arquitectos e ingenieros.
- Empresas de servicios técnicos: Son los encargados de proporcionar los servicios técnicos necesarios para la rehabilitación del edificio, como son las instalaciones de climatización, electricidad, fontanería, telecomunicaciones, entre otros.
- Administraciones públicas: Es posible que se necesite el permiso o la autorización de diferentes administraciones públicas, como por ejemplo el Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León, el Gobierno central, entre otros.
- Financieras: En caso de necesitar financiación para la rehabilitación del edificio, se deben contactar con entidades financieras que puedan ofrecer soluciones de financiación específicas para obras de rehabilitación.