¿Por qué el alcohol afecta más a las mujeres que a los hombres?

Según el estudio de la red UNAD de atención a personas con adicción, hay un 28% de mujeres que piden ayuda por su adicción al alcohol, frente a un 24% de hombres.

Las tasas de consumo ha aumentado en las mujeres. Además, la proporción de niñas menores de 15 años que beben ha pasado del 26% al 41% durante la década de 2000.

“El consumo de alcohol está muy normalizado a nivel social, pero es la sustancia que genera más adicción”, dicen desde UNAD.

Mueren 3.3 millones de personas anualmente por el uso nocivo del alcohol, es decir, una muerte cada diez segundos. Los jóvenes no ven el consumo de alcohol como un problema, ya que un 10% de todas las muertes comprendidas entre los 16 y los 74 años pueden relacionarse con esta adicción.

El alcohol puede generar dependencia a personas de cualquier edad, aunque causa una mayor adicción en la adolescencia. Esta adicción es responsable de muchas muertes prematuras y de 8 cánceres como el cáncer de mama, boca, garganta, esófago, hígado, páncreas, colon y recto.

En Europa en el año 2017, los 23.000 nuevos casos de cáncer fueron a causa del consumo de esta bebida, de los que casi la mitad de ellos eran cáncer de mama.

«Estamos hablando de una droga que no solo está ligada a desarrollar ciertas enfermedades, si no que también provoca alteraciones de la conducta y del carácter, pudiendo alterar la convivencia familiar y la vida laboral, así como el aumento de la probabilidad de sufrir un accidente de tráfico y/o doméstico», informan desde el periódico digital Okdiario.

Una persona alcohólica no puede controlar su consumo de alcohol y consume, de media, más de 50 gramos de etanol puro, 1250 ml de cerveza o 500 ml de vino.

Existen varias causas del alcoholismo, que son las siguientes: Baja autoestima, una persona con una madre o un padre alcohólico tiene más probabilidad de adquirir esta adicción, conflicto en relaciones interpersonales, depresión, etc.

Betty Ford murió en el 2011, pero abrió clínicas de rehabilitación para mujeres. “Como primera dama, fue una de las grandes defensoras de la salud y de los derechos de las mujeres. Tras abandonar la Casa Blanca, ayudó a reducir el estigma social que pesaba sobre las adicciones e inspiró a miles de personas para buscar tratamiento”, aseguró Barack Obama.

Ford sufría fuertes dolores de espalda y tomaba analgésicos opioides, pero su adicción a las drogas y al alcohol se agravó en los siguientes años.

Fue la primera dama de Estados Unidos entre 1974 y 1977. A sus 60 años fue internada durante meses en el Hospital Naval de Long Beach. Después de su recuperación, fundó en 1982 uno de los primeros centros de tratamiento de adicciones para mujeres.

Ford se describió a sí misma en su autobiografía así: “Soy una mujer ordinaria que tuvo que subirse al escenario en un momento extraordinario. Cuando me convertí en primera dama seguí siendo la misma de antes. Pero por accidentes de la historia me convertí en una persona interesante”.

Una persona es alcohólica cuando no es capaz de evitar beber, por lo que deberá acudir a un profesional para que le ayude. Es muy importante que el paciente reconozca la adicción.

Núria, la directora terapéutica de Mujer Adicciones, explica que para tratar el síndrome de abstinencia, puede ser necesario el ingreso hospitalario. También es fundamental la ayuda y colaboración de los familiares.

Los síntomas de la adicción al alcohol son: Pérdida del control, ansiedad por beber, incapacidad para parar de beber, fiebre cuando se deja de tomarlo, necesidad de beber cada vez mayores cantidades de alcohol, etc.

El hígado femenino sufre más por el alcohol, aunque ingiera menos cantidad que el hombre. Bebiendo la misma cantidad, la sangre de una mujer absorbe entre un 30 y un 50% más.

Lo mismo ocurre con el corazón, porque con un 60% menos de alcohol puede sufrir la misma cardiopatía. Varios estudios han comprobado que el alcohol afecta más a las mujeres que a los hombres.

Esto ocurre porque la digestión metabólica del estómago, es decir, una enzima que se encarga de convertir las partículas de alcohol en acetaldehído antes de que lleguen al flujo sanguíneo.

Pero, las mujeres producen genéticamente menos enzimas que los hombres, por lo que llega más alcohol al flujo sanguíneo. Además, el cuerpo femenino está compuesto de menos cantidad de agua y de una mayor cantidad de grasa que el cuerpo masculino.

El cuerpo femenino tiene un 55% de agua en los tejidos y el cuerpo masculino un 60%. La toxina se disuelve antes en agua que en grasa, por eso es más lenta la desaparición de la intoxicación por alcohol.