El 9,8% de las mujeres en España se reduce el pecho, mientras que el 9,5% se aumenta y se eleva, y el 8,7% solo opta por la elevación. Según los datos de Statista de 2019, nuestro país no está en el ránking de los 10 países con mayor número de operaciones. Éste lo lidera Estados Unidos, donde se practica el 15,9% de todas las operaciones mundiales.
Muchos influencers utilizan las redes sociales para promocionar productos, pero también cuentan sus experiencias personales y profesionales.
Hace un año la hija de Vicky Martín Berrocal, Alba Díaz Martín, se sometió a una operación para reducirse el pecho. La influencer contó en sus historias cómo fue la operación
Sus publicaciones destacaron porque pone en valor la salud, ya que estamos acostumbrados a ver en esa plataforma contenidos relacionados con la perfección de los cuerpos.
La joven cuenta en la red social que tenía una talla de pecho 120 y tras la operación se ha dejado una 85-90. Ella relata que la operación duró unas tres horas: «No me enteré de nada», comenta.
Con respecto al postoperatorio y el dolor explica que «depende del aguante que tenga cada una, no me está doliendo mucho, simplemente me molesta. Noto presión y pinchacitos. Un dolor nivel cuatro de diez y una presión e incomodidad siete sobre diez».
Los profesionales de Artestética explican que «esta cirugía está recomendada para mujeres que tienen senos grandes y que desean reducir el tamaño de los mismos, no solo para mejorar su forma y aspecto, sino también para aumentar su autoestima, mejorar su salud y calidad de vida».
Gracias al testimonio de Alba muchas chicas se han sentido identificadas. Tras la intervención la influencer utilizó el sistema de preguntas y respuestas de esta red social.
Una de las seguidoras le preguntó si tenía mucho complejo de pecho grande, a lo que Alba respondió: «He sabido llevarlo siempre, utilizaba prendas que me hacían sentir mejor. Pero llegó un punto en el que me limitaba y me hacía sentir incómoda. Los dolores de espalda aumentaban y operarme era una opción. Tarde o temprano tenía que hacerlo», explica.
Otra influencer que también se sometió a una operación de reducción de pecho es María Pombo. “Han pasado 21 días desde la operación y empiezo a hacer vida normal. Con lo cual, me veo preparada para contestaros. El jueves pasado me quitaron puntos, me quedan dos o tres y ya este jueves me quitan todos”, explicaba Pombo a través de sus stories.
Ella contaba en sus redes el motivo de la operación. “Tenía clarísimo que tarde o temprano iba a pasar. Me he decidido ahora porque desde que me quedé embarazada, el tamaño se fue de madre… Después, al volver a su tamaño original, se me quedaron muy vacías en la parte superior, cosa que estéticamente no me gustaba nada y eran todavía más difíciles de controlar”, respondió.
La mamoplastia de reducción permite disminuir el tamaño del pecho mediante la extracción de grasa o la eliminación del tejido mamario. El tamaño de la aureola también puede ser reducido si es excesivamente grande.
Esta operación suele ir acompañada de un procedimiento de elevación de las mamas.
El objetivo de esta intervención es proporcionar unos pechos más pequeños.
Las razones por los que una mujer podría realizarse una reducción de pecho son las siguientes:
-Si tiene erupciones en la parte inferior de las mamas.
-Si sufre dolores de espalda, cuello y hombros.
– Si el peso de las mamas está afectando la postura.
-Si el sujetador deja marcas en los hombros.
-Si existe una gran asimetría mamaria, es decir, si una de la mama es mucho más grande que la otra.
Antes de realizar la cirugía el especialista explora los pechos, ya que es necesario un estudio mamográfico para evaluar el tamaño de las mamas y la tersura de la piel.
La reducción mamaria es una cirugía que se realiza bajo anestesia general. Tras la intervención la paciente llevará durante tres o cuatro días los vendajes que colocó el cirujano.
En la primera revisión, se retirarán y se necesitará durante dos meses el uso de un sujetador especial. Las molestias que causa la cirugía pueden mantenerse durante 15 días y se controla con antiinflamatorios.
Es normal tener una sensación de ardor en los pezones, pero esas molestias desaparecen. Después de la operación la paciente evitará la práctica deportiva, para facilitar el proceso de cicatrización.
La Asociación Española de Cirugía Estética Plástica informa que «la cicatriz es prácticamente imperceptible, y va desapareciendo conforme avanza el proceso de curación».
Esta intervención también se realiza en hombres que sufren de ginecomastia, es decir, que tienen el tejido mamario muy desarrollado. La mayoría de los pacientes acuden a este tipo de cirugía por problemas de salud. Sin embargo, este procedimiento no está recomendado en mujeres que quieran dar el pecho después del embarazo.