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El éxito de un evento reside en la limpieza

Efectivamente, un evento debe ser limpio. Limpio en todos los sentidos, a nivel residuos y suciedad y a nivel de problemas. Asistir a un evento, multitudinario o no, cabe esperar que no surjan problemas ni inconvenientes, además de que se encuentre en óptimas condiciones de limpieza e higiene. Sin embargo, no nos damos cuenta de que mayoritariamente, la cuestión de la limpieza y la higiene de los eventos a los que asistimos, es un asunto tanto de los servicios de limpieza como de los propios usuarios. Resulta tan fácil olvidarse de que los servicios de limpieza no están ahí para quitar nuestros excesos que no reparamos en que su trabajo es mantener todo en óptimas condiciones pero no perseguir los regueros de basura que dejan los visitantes. Al final, su trabajo consiste en hacer justamente eso, pues resulta que gran parte de los usuarios no tienen la más mínima consideración y respeto por el trabajo que brindan estos servicios.

En realidad, nos encanta la limpieza. Asistir a un evento donde no encuentres papeles por el suelo, polvo en las mesas o manchas en las paredes es lo que nos gusta. Encontrarse palomitas por el suelo cuando entras en una sala de cine o vasos tirados por el suelo tras un concierto o espectáculo, no es grato a nadie. La pregunta aquí es sencilla ¿por qué lo hacemos? En el momento del evento poco parece importar a la mayoría de los asistentes esa limpieza que nos gusta encontrar cuando llegamos. Lo más habitual, es algunos eventos, sobre todos los masivos, es entrar en un lugar limpio y salir de algo semejante a una cochiquera.

Afortunadamente, como afirman nuestros amigos de Stocknet, expertos en productos de limpieza industrial, las empresas de limpieza utilizan cada vez mejores productos y equipos para que su labor, sea más llevadera. Los usuarios que no nos dedicamos a limpiar más que nuestras casas, deberíamos ser más conscientes de que el trabajo que realizan estos trabajadores merece respeto y consideración, en la misma medida que lo merece cualquier otro empleo. Sobre todo, cuando acudimos a esos eventos o fiestas en los que encontramos todo en unas excelentes condiciones.

Eventos y, eventos

Evidentemente, podemos asistir a diferentes tipos de evento. Cada uno de ellos, posee sus propias particularidades y requiere de un tipo de limpieza. Aunque a grandes rasgos, este tipo de servicio que prestan las empresas, suele cumplir con una serie de pasos. Como cabe esperar, algunos eventos, son más llevaderos y fáciles de trabajar mientras que otros, requieren de una gran esfuerzo para que todo quede en perfectas condiciones tras su celebración. Por citar dos ejemplos antagónicos, podemos encontrar el caso de una feria de IFEMA, como el Salón del Automóvil en el que la limpieza no será demasiado extrema; o el de un festival de música en el que los trabajadores encontrarán toda suerte de porquería.

Independientemente del tipo de evento, el servicio de limpieza es esencial para que todo marche de la forma convenida y esperada. Pero ¿sabemos en qué consiste este servicio de limpieza en particular? En España se celebran cientos de eventos al año, desde conciertos a congresos en los que cada invitado saldrá con una sensación que puede ser positiva o negativa y que se relaciona directamente con la satisfacción. Uno de los aspectos que más condicionan ese nivel de satisfacción es la limpieza.

Si acudimos a un evento en el que todo está perfectamente organizado pero a lo largo de la duración del mismo, vemos cómo se van acumulando los residuos que nosotros mismos generamos, la imagen del evento se verá dañada. Por lo tanto, en respuesta a la pregunta anterior, vamos a hablar de lo que realmente supone, disponer de un servicio de limpieza de eventos que no tiene nada que ver con el servicio discrecional que suelen tener las empresas.

Dado que los eventos son algo único y de gran importancia para quien lo organiza y para los asistentes, hay que ofrecer un servicio de calidad que empieza por contar con un buen equipo de limpieza. Con un equipo de limpieza formado por personal cualificado, se garantiza la máxima calidad del servicio que debe ser perfecta en cada ocasión.

No importa si se trata de eventos o actos públicos, privados, masivos o minoritarios. La limpieza es fundamental y hay que mantener todo en buenas condiciones, antes, durante y después. Justamente estas fases son las que se aplican en un servicio de limpieza de eventos.

A diferencia de otros servicios de limpieza en los cuales los empleados acuden en algún turno del día para cumplir con sus funciones y esto suele ser antes de que empiece la jornada de los trabajadores o al finalizar la misma, en los servicios para eventos, el servicio de limpieza se presta durante todo el evento, además de antes y después. Veamos a continuación cómo se desarrollan estas tres fases, denominadas en el sector como limpieza pre-evento, limpieza durante el evento y limpieza post-evento.

Antes, durante y después

En limpieza hay un término muy utilizado, sobre todo cuando se habla de ciertos servicios: limpio sobre limpio. Esto es así cuando se trata de limpieza de mantenimiento, como la que se puede requerir en oficinas, bancos, hospitales u otro tipo de organizaciones en las que no se genera mucho residuo y el trabajo es siempre el mismo: repasar y mantener la limpieza. Salvo casos puntuales, los servicios de limpieza en estos lugares, suele ser sencillo a pesar de conllevar un esfuerzo físico.

El caso concreto de los eventos, puede consistir en un limpio sobre limpio aunque no es lo más habitual, salvo que se trate de congresos o ferias en las que los visitantes acudan de forma relajada. Lo más habitual es que durante el evento, sobre todo si es masivo, se vayan acumulando residuos que de no ser eliminados de forma periódica, pueden convertirse en un trabajo muy duro al finalizar el evento.

Como decimos, el servicio de limpieza de eventos se compone de tres fases de las cuales vamos a hablar a continuación.

La limpieza pre-evento, es la primera de esas fases. Tal y como su nombre indica, se trata de una limpieza que se efectúa previamente al evento en cuestión. Las empresas de limpieza se hacen responsables de dejar el lugar donde se vaya a celebrar el evento antes de que este empiece. Previamente a la prestación del servicio, la empresa elegida, planifica el servicio a prestar, los requisitos necesarios, el tipo de limpieza a realizar, así como el número de operarios que van a ser necesarios, en función del tipo de evento y las dimensiones del recinto. Evidentemente, se establece también un supervisor que se encargará de controlar el trabajo.

Una buena planificación previa al evento es fundamental para que se pueda dar solución a cualquier tipo de improviso que pueda surgir. Lógicamente, asistir a un evento y encontrar el lugar sucio o descuidado, no resulta agradable para el asistente y deja en muy mal lugar al organizador. Hay que tener en cuenta todo lo relacionado con el evento y prever el tipo de limpieza que va a ser necesario. Por ejemplo, si se trata de un festival de música o un evento al aire libre, es esencial cuidar la instalación de los aseos móviles y que estén siempre a punto, al tiempo que conviene disponer muchas papeleras para que los usuarios no sientan la necesidad de tirar sus desperdicios en lugares impropios.

La segunda de las fases, consiste en la limpieza durante el evento, es decir, mientras se celebra el mismo. Este tipo de servicios, como se puede comprobar no finaliza con el inicio del acontecimiento. Durante la celebración del mismo es necesario mantener limpio el recinto y realizar rondas de periódicas entre los asistentes sin causar molestias. Mantener limpios los stands y los halls en las ferias y congresos, vaciar las papeleras cuando sea necesario, recoger o limpiar residuos que puedan aparecer, o hacer los baños cada cierto tiempo, es esencial para mantener todo en óptimas condiciones de limpieza y, por supuesto, no acumularse el trabajo al finalizar el acto.

Uno de los objetivos de esta fase es que cada nuevo visitante al evento, encuentre el lugar tan limpio como lo encontró el primero.

Por último, la limpieza post-evento. Esta última etapa del trabajo, suele ser la más comprometida y la que implica mayor trabajo. Una vez finaliza el evento, se pone en marcha la maquinaria necesaria y el personal cualificado para dejar el recinto como si allí, no hubiera pasado nada. En esta última fase, se eliminan todos los residuos generados en cada zona, tanto dentro de las instalaciones como en las inmediaciones. Todo debe quedar preparado para su uso al día siguiente.

En resumen, la limpieza de eventos, se compone de tres fases. Una buena planificación, resultará en un servicio más fácil de realizar; durante el evento, procurar mantener a raya la suciedad, propiciará una tercera fase más rápida, pues no existirá tanta acumulación y bastará con recoger lo recogido y limpiar en profundidad con ayuda de la maquinaria necesaria.